Era noche cerrada cuando, por los pasillos de la
casa de mis amos, descubrí signos evidentes de que nadie en sus habitaciones
había podido pegar ojo. Parecía como si el sueño se hubiera mudado de casa. Tan
anormal era la situación que hasta yo mismo me sentía más espabilado que de
costumbre.
Seguramente por este motivo, en mi vigilia, me fue
muy fácil detectar un lejano y casi imperceptible clic que me llamó la atención
por sonar a destiempo. Más por instinto que por valor crucé a oscuras todo el
pasillo, y como pisando sobre almohadones, me dirigí hacia el lugar dónde creí
que se había producido el ruido misterioso. Entreabrí como pude la puerta del
salón y sólo lo justo para husmear y ver sin ser visto (por si acaso). Y
funcionó mi instinto de perro viejo, pues allí mismo descubrí en la oscuridad a
un desconocido, que sin advertir mi presencia, repetía unos gestos antes nunca
vistos por mí. En silencio fruncí el entrecejo y opté por seguir observando un
poco más. De esta manera, pude ver como el intruso del salón sostenía con una
mano un saco abierto, mientras que con la otra hacía como si cogiera, por
encima de su cabeza, puñados de aire que a su vez introducía en el saco. Por un
momento llegué a pensar que cazaba moscas y que las guardaba. Sin dejarme
llevar por falsas apariencias, llegué a la conclusión de que ante mi hocico, ni
más ni menos, ¡había un ladrón!
No dudé, y tal como me enseñó mi adiestrador, me
lancé sobre el visitante inoportuno. Con gran estrépito, en su fuga soltó el
saco repleto con el botín, mientras en un santiamén, el salón se llenó de luz y
de gente desvelada.
Mi amo tomó el control de la situación, abrió el
saco del botín y en él aparecieron todas las horas de sueño que aquella noche
nos habían quitado. Cada uno de los presentes recuperó las suyas y sin
excepción se durmieron como si tal cosa.
Aquest em recorda un del molt bo per Margalef...
ResponEliminaNamasté ;)
Namasté:
Eliminael gos tenia per nom Patum. Ha crescut i fa 8a+ a vista.